Entrada Semanal.

La importancia de la familia.

Las relaciones entre padres e hijos no siempre son buenas, y a medida que los hijos crecen, sobre todo en la adolescencia las relaciones se vuelven más complicadas.

Este es un tema muy importante que afecta en gran medida a nuestra sociedad, pero sobre todo a las personas que sufren esa falta de cariño tanto por parte de padres como por parte de los hijos.

Por un lado, un buen padre es aquél que siendo autoridad respeta, que no es autoritario, sabe escuchar y tiene claro que con su ejemplo educa.

Debemos tener claro que autoridad es distinto de autoritarismo, pues este último es abusar de la autoridad, con imposición y maltrato. Se debe ganar la autoridad con transparencia, coherencia y buen ejemplo.

Debe prestar atención a su hijo e interesarse por las cosas que le gustan o no, pues deben pasar tiempo con ellos.

Es aquél que tiene una justa medida entre el amor y el control, además, sabe poner límites y normas a su hijo, siendo capaz de decirlo lo que quiere sin temor.

En definitiva, un buen padre es aquél que se preocupa y muestra interés por su hijo. Mira por el futuro de su hijo intentando formarlo para que el día de mañana pueda conseguir un buen trabajo y no tenga ningún tipo de necesidades. Además, los padres deben intentar que sus hijos sean independientes y que sean capaces de mantener relaciones serias con unos proyectos y objetivos, logrando a si llevar una vida estable y equilibrada.

Por otro lado, los hijos también tienen unas obligaciones con sus padres, pues deben respetarlos, apoyarlos, cuidarlos y no faltarles el respeto, pues normalmente, los padres quieren lo mejor para sus hijos.

Deben poner de su parte tanto los padres como los hijos para poder llevar una mejor relación, los hijos deben ponerse en el lugar de sus padres y viceversa, sé que no es fácil, pero es lo que debemos hacer para poder entendernos todos mejor y poder llevar una vida más feliz.